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PREMIO MUJER DESTACADA 2014

 
PREMIO MUJER DESTACADA 2014

25.04.2014 09:49 |  FERNANDEZ JOHANNA  | 

La Honorable Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires por segundo año consecutivo, distinguió a 370 mujeres que se han destacado en distintas áreas de actividad. La entrega de premios se realizó en el Teatro Coliseo Podestá de la ciudad de La Plata el 26 de Marzo de este año. Fueron distinguidas mujeres de 70 municipios, quienes han realizado importantes aportes a la vida pública bonaerense en el ámbito de la cultura, la educación, el arte, la ciencia, el deporte, el trabajo social y la actividad empresarial.
Las mujeres premiadas fueron propuestas por municipios, colegios, profesionales y organizaciones de la sociedad civil de toda la Provincia.
La Legislatura dispuso también placas conmemorativas para Adelina de Alayes, Madre de Plaza de Mayo, y María Teresa Piñero, viuda de Ángel Georgiadis, asesinado por la dictadura cívico militar cuando estaba detenido en una Unidad 9 de La Plata.
El objetivo de este reconocimiento es visibilizar el esfuerzo cotidiano de esas luchadoras, cuya tarea se funda en el compromiso y la vocación militante. Gran reconocimiento para todas las mujeres que elegimos para inspirarnos y para trabajar juntos por una gran mujer que es La Patria.

Dra. Silvia Sava: Medalla de oro
Nació en la La Plata en el año 1955. Se recibió de médico en el año 1978. Decidió hacer hematología. Hizo la residencia en el Hospital Policlínico San Martín, en el mismo que nació. Se anotó en un concurso para ingresar como médico hematólogo en el Hospital Rossi, en el año 1983 sin esperanzas, y ganó.
Ahí conoció a sus compañeros de ruta, la comunidad del cuarto piso. La ciencia avanzó, y pensaron ¿Porqué no tener una unidad de trasplante de médula ósea en el sector público?
Presentaron el proyecto, tomándose licencias extraordinarias y recibieron el apoyo del Ministro de salud de ese momento Ginés González García, y el Dr. Horacio Pacheco. Las autoridades del Instituto de obra médico asistencial, IOMA de provincia quienes ayudaron a comprar maquinaria y equipamiento de la unidad de trasplante.
UTMO renombró las unidades de trasplante de otros países como por ejemplo: Israel, Estados Unidos y España, lugares a los que también fueron a aprender.
Inauguraron en el año 1993.
En el 1994 realizaron el primer procedimiento a un paciente mendocino con la Enfermedad de Hodgkin. "No paramos nunca de trabajar, de echo ahora vamos por el número de trasplante 631." contó la Dra. Sava.
El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, hoy en día subsidia a través de CUCAIBA los trasplantes. "Tenemos pacientes de países limítrofes. Desarrollo social de la Nación los ayuda para que puedan operarse" añadió. Todos luchan por lo mismo: EL PACIENTE.
Su objetivo es dejar un legado. "En medicina hay mucho por innovar e investigar "decía la Jefa de UTMO.
"No me esperaba este premio, y no es una falsa modestia. Represento a más de cien personas que trabajan arduamente en el sector público de la salud. Esto no es tarea de una sola persona" UTMO -Unidad de trasplante de médula ósea del Hospital Rossi: Dra. Graciela Klein, Dra. Nora Doimonich, Dra. Graciela Valladares, Dra. Gabriela Balaguer, Dra. Rosana Taus, Dra. Mariel Ana Pérez, Dra. Julieta Dalmaroni, Dra. Cecilia Dacunto, Dra. Graciela Guerrini, Dra. Juliana Malacalza, y la Licenciada en enfermería Dora Miranda. También el Dr. Sergio Orlando, Dr. Cuella, Dr. Julián Achilli. "¿Qué es una comunidad? Es un conjunto de seres que comparten un mismo hábitat, un mismo sustento, una misma ideología, una misma manera de trabajar, pasado presente y futuro. Igual que nosotros" concluyó la Dra. Sava.

Carolina Esperon: Medalla de plata
Viene de familia de músicos. Nació en Madariaga. Su madre, padre y abuela son profesores de piano. Su bisabuela tocaba la mandolina y su bisabuelo el bandoneón.
Desde temprana edad estudió piano con la profesora de sus padres "Liche Uranda". Su madre no tocaba de oído sino por partitura. Y se despertó en Carolina la pregunta que la perseguiría toda su vida: ¿Cómo nos separamos de la teoría?
Estudió guitarra con José Esmiroldo. Un tal Romero le enseñó canciones folklóricas e iban a tocar a la radio. Buscaba salir de la partitura. "Tocá esta canción, -no, yo toco de oído-". Era la respuesta que encontraba en la mayoría de sus alumnos. Luego empezó a tocar en la iglesia. También a cantar. Buscaba la vuelta. Salir y sentir.
La música se conectó en ella por distintos caminos. Luego se abrió un Conservatorio en Madariaga sucursal de Tandil y empezó a estudiar ahí, al mismo tiempo que estudiaba en la secundaria. Años después se fue a vivir a Mar del Plata. Le había quedado el profesorado a medias. Se anotó en el Conservatorio Luis Gianneo donde finalizó su carrera como profesora de educación musical en el año 1994.
¿Qué pasa con la música, cómo nos separamos de la teoría, cómo se encuentra el lenguaje, cómo les tengo que enseñar para que se interesen? eran las claves a investigar para esta profesora de música, que buscó siempre enseñarles a sus alumnos a sentir y no a repetir.
Se mudó a La Plata con todas esas preguntas a estudiar composición en Bellas Artes. A su vez estaba haciendo un magisterio de danzas tradicionales que terminó en el año 1997.
Luego estudió musicoterapia en la UBA, se recibió en el 2004 . "Hay que tener en cuenta la historia personal sonora de cada alumno, considerarlos sujetos y no objetos". "Trabajo en escuelas estatales alejadas del centro, para ver las diferentes realidades. Y la más importante, es que todos podemos hacer música" contaba Carolina.
Su objetivo actual es articular los espacios de artística de las escuelas, con los espacios de arte de la ciudad.
"El escaso hacer musical queda a merced de los contenidos a enseñar. El docente sumido en su ansiedad pedagógica piensa primero en el contenido y selecciona el material de interpretación en función del desarrollo de dicho aprendizaje. Esta intencionalidad provoca muchas veces elecciones poco pertinentes alejando al niño del disfrute, del goce por el mismo hacer, dificultando la situación de aprendizaje y por ende de la incorporación de contenidos" concluyó.

Lidia Reynal: Medalla de plata y bronce
51 años. Actriz. Titiritera. Directora de teatro. Bailarina . Nació en La Plata, y su familia es de Santiago del Estero. Su abuela, le hacia muñecos con miga de pan y le contaba historias. Así pasó su infancia, armando teatros en la mesa.
Emocional y técnica, usa su calesita de conocimientos para darle vida a esos puños pretenciosos con adornos, que para algunos son solo trapos. Ella era maestra de enseñanza preescolar, trabajó como tal siete años en sala. Conoce a los chicos, tiene ventaja porque también conoce a las maestras.
Viaja mucho. Vive del teatro con todo lo que eso implica. Atún y lechuga si no hay giras. Excelsior. Refuerza sus vínculos en épocas de crisis.
Mujer todo terreno y caleidoscópica. Se fue a vivir a México con su baúl de muñecos, y volvió con su alma completa.
Luego ingresó al Senado Bonaerense como directora de teatro y organizadora de eventos y festivales en la parte de Dirección de Cultura.
Actualmente está trabajando en diferentes proyectos. También trabaja con circos "el actor es vanidoso, el cirquero es más solidario" contó.
Lleva su alegría imparable a lugares como el que trabaja la Dra. Silvia Sava. Visita hospitales, en el sector de niños con enfermedades terminales, y les regala shows, les deja su magia.
Uno de sus proyectos actuales es una obra de prevención de adicciones perteneciente al SEDRONAR. Se llamará "La Gran Carrera". Va a dar presentación en Capital Federal y luego se espera una gira nacional.

Graciela Cabezas: Medalla de plata
"La Cuentacuentos". 57 años, nació en La Plata. Adapta cuentos europeos y los traduce en obras de teatro y titireterías. "A diferencia de algunos que se hicieron artistas de muy chicos, yo me di cuenta de grande" contó Graciela.
Trabajaba en la Universidad Tecnológica de la ciudad a los 32 años, en el departamento de física, y se aburría mucho. Conservaba su cargo por sus tres hijos a los que debía alimentar, pero un día se cansó de no poder reponer los elementos de los trabajos prácticos por cuestiones de la época, y empezó a estudiar paralelamente cursos y talleres de música, de expresión corporal y títeres.
Decidió realizar un retiro voluntario, y se dedicó exclusivamente al teatro. Ella siempre está esperando el viaje.
Estuvo en "Teatro del oprimido” en Guatemala, una tendencia teatral sistematizada por el dramaturgo que se encuentra en varios puntos del mundo (se trata del teatro de las clases oprimidas y para los oprimidos, para desarrollar una lucha contra estructuras opresoras).
Convivió con jóvenes de la selva Lacandona en México. Aprendió danzas Mayas, trabajos cooperativos y a comunicarse. "Todos hablaban en su lengua original, y a veces hasta había más de una lengua, y ninguno hablaba la del otro. Por eso el objetivo era entenderse. Eramos iguales y distintos como dice el subcomandante Marcos" explicó.
Le organizaron de manera sorpresa una gira. Y estuvo en aldeas campesinas, donde la gente vivía puramente de la tierra.
"El aprendizaje se vino conmigo. Mucha gente de la ciudad se queja, porque no sabe vivir. Somos privilegiados. A un nene lo pico una Coral y se moría, y el papá campesino tenía que pedirle permiso al cura que bautizó al nene para realizar una colecta para curarlo. Eso me pareció muy miserable. Tenemos muchas cosas resueltas en las ciudades, y también tenemos herramientas para ser cada vez mejores. Deberíamos aprovecharlo" contaba Graciela.
Anécdota de Guatemala: Vio a una señora que pasaba los noventa años, tocando el bandoneón en la calle, y le pidió que le enseñe para incluirlo a su obra. Ella no le podía enseñar porque tocaba de oído. Su marido había tenido un ACV y como no tenían plata, salió a hacer música por monedas. Paralelismo al motor de la historia de vida de Carolina Esperon.
Graciela hoy estudia tango. No le importan los premios porque para ella duran diez minutos. Pero lo que si agradece y reconoce con el corazón, es a quien se le ocurrió darle ese premio (Lidia Reynal).
Hay un montón de gente que queda en el olvido. Mujeres destacadas somos todas, por haber nacido mujeres.
 
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